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¿Por qué el Lindy Hop tiene pasos de 6 y 8 tiempos?

lindy counts

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¿Por qué el Lindy Hop tiene pasos de 6 y 8 tiempos? Una de las preguntas más frecuentes que recibo cuando imparto clases es “¿Por qué existen pasos de 6 tiempos cuando la música claramente tiene 8 tiempos?” He tratado repetidamente de ofrecer una respuesta breve pero realmente necesitaba más tiempo para poder explicarlo en profundidad.

Aunque se trata de una cuestión multifactorial que no se puede resumir en una frase o en dos, se puede explicar de manera clara. He creado este artículo para explicar a mis estudiantes por qué no nos limitamos a bailar figuras de 8 tiempos cuando bailamos música Swing (aunque podríamos, no lo hacemos, y ahora explicaremos el por qué).

En parte debido a nuestro sistema educativo, y en parte porque muchos de nosotros tenemos formación en ingeniería, informática o ciencias, tenemos un fuerte deseo de categorizar y sistematizar. Deseamos poner todo en una caja… crear reglas sobre lo que hacemos. Resulta tentador afirmar “la música es en ochos, por lo tanto, el baile debe ser en ochos y nunca variar”. Pero este deseo es terriblemente limitante. La música es arte, el baile es arte, y debemos ser capaces de igualar el arte creado en la música con el arte en movimiento que generamos con nuestros cuerpos.

La gente que creó e innovó en los bailes Swing comprendían esto, y es bueno que lo hicieran, dado que nuestro baile es mucho más interesante gracias a ello.

La razón básica

En resumen, no existe nada que haga que un rock step “vaya” con los tiempos 1 y 2 más de lo que podría un triple, un kick step o cualquier otro paso. De manera inherente en la pregunta “¿Por qué no bailamos solo pasos de 8 tiempos, comenzando en el 1?” existe la asunción de que algo en la música dicta que el rock step se vincula con el 1-2, el triple con el 3-4, etc.

De hecho, solamente puedo pensar en un puñado de canciones que empleen ese ritmo. De modo que, claramente, necesitamos más flexibilidad en lo que hacemos… y al mismo tiempo necesitamos puntos de partida simples para enseñar y comprender el baile y el lenguaje kinestésico básico, de modo que podamos bailar con gente de todo el mundo. Así, encontramos una división entre lo que hacemos y lo que enseñamos (al principio) en el baile.

Cuando ejecutamos uno o más movimientos de 6 tiempos (o de 4, 10 o 12 tiempos) todos los rock steps y triples recaen en diferentes lugares respecto a la música. Ejecuta un paso de 8 tiempos, luego uno de 6, y de repente el siguiente rock step recaerá en el 7/8. Esto hace que el baile refleje la naturaleza improvisada de la música mucho mejor que un enfoque rígido basados en fórmulas, y nos permite utilizar la improvisación, los acentos y los movimientos llamativos en los lugares de la música donde queremos que estén.

Esto nos permite enfatizar diferentes cosas, y hacer que el baile parezca mucho menos planificado que si fuera enteramente predecible al comenzar siempre cada movimiento con el “1”.

¿Por qué parece que la música tiene 8 tiempos?

La música Swing está escrita en una clave de tiempo conocida como 4/4. Esto significa que la música se divide en grupos de 4 tiempos, y que los cuartos de nota se cuentan como un solo tiempo. Algo como un vals presenta una notación de 3/4 lo que significa que existen 3 tiempos en un compás y que el cuarto de nota es, de nuevo, un tiempo.

Las letras y la música de las canciones están escritas (y los solos reflejan a menudo la misma estructura) de forma que suenan como 8 tiempos. Probablemente debido a que es difícil decir una frase significativa en 4 tiempos, y también porque en la historia del Jazz/blues primitivos no existía diferencia entre las dos formas musicales.

Concebir las canciones como historias forma parte de la mayoría de las composiciones clásicas, aunque veamos indicios de cosas como llamada y respuesta, comedia (Slim Gaillard) e incluso composiciones increíblemente complejas (particularmente de Duke Ellington, que fue compositor incluso antes de escribir música Swing).

Desde el principio las canciones de Jazz, los letristas y compositores han compuesto melodías que suceden en 8 tiempos, con casi todos los 1, 3, 5 y 7 ligados a una nota o a una palabra, como mínimo. Esta es la diferencia clave entre el Swing y el blues, el blues posee multitud de “slides”, una fusión y ligazón de notas de donde esta música toma su nombre (blue-ing). Estilos como el Charleston y el Boogie funcionan casi todo el tiempo reflejando la música Swing –porque acentúan los tiempos 1/3/5/7.

Cuando llegó el momento de la historia en el que se creó el Jazz, las influencias de los músicos instruidos en Europa, y de los músicos nacidos en África, se mezclaron de diversas maneras y empleando distintas interpretaciones del ritmo, lo que supuso que la música Swing-Jazz fuera polirrítmica. Esto significa que pueden existir, y a menudo existen, diferentes ritmos que un bailarín puede apreciar simultáneamente. Escucha a una primera línea de orquesta de Nueva Orleans (trompeta, clarinete, trombón) tocando juntos y percibirás esto claramente.

Como curiosa nota al margen, en un reciente viaje a África aprendí sobre los sistemas de notación musical africanos. Emplean círculos, con los ritmos marcados alrededor del perímetro del círculo. En la notación europea empleamos una línea de tiempo, mientras que ellos emplean un ciclo de tiempo. Cuando superpones estos ciclos de tiempo, es fácil comprobar como su música puede expresar ideas polirrítmicas muy complejas, prestándose a un efecto estratigráfico con mayor facilidad.

Cuando te percatas de este tipo de sonido puedes comenzar a escucharlo en la música Swing. Ciertas versiones de Caravan, Sing Sing Sing y la intro de Slim Gaillard a Hellzapoppin' son ejemplos de canciones con fuertes influencias del estilo africano de percusión. Canciones pop de los 40 como “In the mood” carecen de esta influencia y es por ello que parecen simplonas y estériles comparadas con el Swing más visceral y primitivo.

Resulta interesante saber que la música africana posee una cualidad conocida como “melo-ritmo”, según la cual uno debe escuchar la melodía en el ritmo y el ritmo en la melodía… creo que esta cualidad está presente en el buen Jazz y nos proporciona una oportunidad de experimentar la música de distintas formas. Escucha “Cottontail” o “Flyin home” con Ben Webster y podrás apreciar esta cualidad. Pero si escuchas los tortuosos solos de las bandas modernas de Jazz, no la encontrarás.

Este polirritmo es la razón por la que puedes caminar al ritmo con los tiempos de la música, hacer triple step, doble tiempo o medio tiempo y seguir representando adecuadamente la música. Incluso se puede concebir la canción y el baile como compuestos de fragmentos de longitud aleatoria, al igual que los suelos de madera en los que bailamos. Un sistema de baile en el cual se llenara la música con solamente piezas de 8 tiempos simplemente no haría justicia a la forma musical.

Si desconociéramos por completo la forma en que la música ha sido escrita, probablemente escucharíamos grupos de 8 tiempos unidos en bloques de 4. La clave de tiempo es solamente un producto de la historia. Podemos abordar el baile de una frase de 4 ochos con cosas como:

Con todo lo dicho, seguimos bailando con respecto a las principales estructuras musicales. Si las mezclamos, y logramos una sucesión fluida de movimientos, generando movimientos acompasados con las ideas de los bailarines que crean el baile, no estaremos constreñidos por tener que volver al rock step en el 1/2.

Grupos de dos tiempos

De modo que eso es lo que sucede en el centro lírico, pero ¿qué pasa con el ritmo? La música tiene Swing, lo que significa que posee una cualidad llamada desplazamiento rítmico. La cantidad de tiempo que transcurre entre cualquier tiempo par e impar en relación a un tempo dado. Esto podemos entenderlo como el “hoo-ha”, “whoo wha” o “boom-tick” de la música.

Sobre estos dos tiempos, podemos realizar movimientos de dos tiempos, como rock step, kick step, triple u otros (slip slop, lowdown, chug, Hop Hop, step step, kick hold, etc.) A medida que concatenas estos de una manera que corresponda a la música, estarás improvisando tus propios movimientos.

En realidad, los 6 tiempos, los 8 tiempos y el Charleston son simplemente formas “sugeridas” de agrupar estos bloques de 2 tiempos.

Al agrupar estos bloques de 2 tiempos, tendremos esencialmente tres opciones:

Precisamos de todas estas posibilidades para expresar de manera eficaz las frases, solos, ritmos, golpes de tambor, coletillas, frases y puntos de énfasis. Un modelo basado únicamente en los 8 tiempos no proporcionaría todas las herramientas que necesitamos para crear una imagen de la música con nuestros cuerpos.

Puntos de énfasis

La música Swing y Jazz pueden concebirse como multidimensionales. Existe partes en las que la melodía posee un fuerte “ataque” respecto al tempo, es decir, las notas de la melodía proporcionan energía, una sensación de premura. Y a la inversa existen partes donde se relaja, haciendo que incluso una canción rápida sea un plácido paseo.

Existen partes en las que el volumen es más alto, y otras donde el volumen resulta más quedo y relajado. También son importantes las pausas, que son esencialmente paradas o interrupciones de la música que sirven para crear interés o evitar que el tempo se acelere.

Para ser capaces de reaccionar a estos puntos de la música (que pueden suceder en cualquier tiempo, aunque habitualmente en los impares) como bailarines necesitamos ser capaces de prolongar nuestros movimientos de modo que podamos enfatizar ciertos momentos del baile. La mayoría de Lindy Hoppers tienen experiencia prolongando un movimiento de modo que logran encajar con una gran pausa de la canción. Prolongar patrones con el 1/2 (twists) o el 5/6 (rhytm circle) es fácil porque se basan en el “step step” y devuelven el peso al pie en el que se encontraba antes, constituyendo la más neutral de las improvisaciones.

Arthur Murray

Hace mucho tiempo, antes de las academias de baile, el baile social no estaba reglamentado. No existían una manera prescrita de enseñar las cosas. El concepto de estudio de baile o escuela de baile no existió realmente para los bailes en pareja hasta los años 30 (existían algunos en los años 20, pero pocos) y no enseñaban mucho Lindy Hop. El Foxtrot era un baile mucho más popular, como el baile latino, y por supuesto los bailes locos como el Big Apple. El baile pasaba de persona a persona de manera informal. En el Savoy tenían bailarines taxi que te enseñaban pasos a cambio de un penique por canción. No existían tal cosa como el Swing East Coast o el West Coast, posiblemente porque no se habían inventado todavía.

La huelga de músicos al final de la Segunda Guerra Mundial condujo a la gente al rock and roll y el baile solo, y no quedaba mucho espacio para el baile en pareja. La gente que patrocinaba las escuelas de baile, que eran de alta alcurnia, pedían respuestas fáciles y un vocabulario negro sobre blanco que evitara la confusión y las áreas de gris que posee el baile cuando uno lo concibe como forma de arte.

Bailar solamente en 6 tiempos (East Coast) fue simplemente una invención de las escuelas de baile de los años 40, que lo hacía fácil de aprender. Actualmente, la idea de que el East Coast Swing es una entidad separada del Lindy Hop se ha enquistado en muchas comunidades de baile del mundo. Algunos enseñan East Coast Swing y también Lindy Hop, como si fueran cosas diferentes y no solamente un constructo mental más fácil de entender.

La única razón convincente por la que impartimos clases de solamente una modalidad como 6 u 8 tiempos es para hacer las cosas fáciles y progresivas, digeribles para los estudiantes. Como los pasatiempos de “unir los números”. Tal y como dice la película Groovie Moovie “habiendo aprendido los pasos básicos, ahora olvídalos por completo”. Las transiciones fluidas entre los movimientos de 6 y 8 tiempos suponen solamente el primer paso en el camino de ser un bailarín social competente. El segundo paso es ser capaz de inventar movimientos de cualquier longitud sobre la marcha, de acuerdo a la música que se esté escuchando.

Algunos movimientos necesitan menos tiempos

Y también podemos pensar esta cuestión de una manera muy simple.

Lo típico es que un movimiento que supone un intercambio de lugares no necesite más de 6 tiempos. Tiene un principio, un punto medio y un final, cada uno de los cuales precisa 2 tiempos. Esta es una de las formas en las que un follower puede anticipar con acierto si es un movimiento será de 6 u 8 tiempos –si el leader tiene su mano en la espalda del follower en la cuenta 4, existen altas probabilidades de que el movimiento sea de 8 tiempos.

Telegrafiar los cambios de peso en un triple step es otra forma en la que podemos precisar la transmisión de nuestros movimientos y asegurar la sensación de un movimiento de 6 tiempos. Algunos follower son tan conservadores que convierten su “step step triple-step, step step triple-step” en “step step triple-step triple-step, step step” cuando no están seguros, en caso de que necesiten truncar sus pasos a un patrón de 6 tiempos. Por supuesto, siempre aplicarás la técnica de “Rolling” en tus rock steps (añadiendo un ritmo “y uno” a un rock step) una forma magnífica de convertir un movimiento incorrectamente asumido como de 8 tiempos en uno de 6 tiempos.

Cuando el baile “solía” ser en el 7

Se dice que en un tiempo fue común o incluso preferido comenzar un Swing out o el rock step en el 7/8 de la música. A veces comenzaban los movimientos en el 1, pero la mayor parte en el 7/8. Y eso tiene mucho sentido. El punto en el que dos cuerpos se encuentran posee una gran cantidad de energía, y en consecuencia es un buen equivalente para el punto en que la música resulta más enfática (el 1/2). Esto resultaba difícil de comprender por la gente durante el renacimiento del Swing, y terminó siento estandarizado para comenzar en el 1/2.

Cuando el rock step ocurre en lugares de la música diferentes al 1/2, añade una gran cantidad de interés visual para los espectadores y para los propios bailarines.

Cómo emplear esto para tu beneficio

Toda esta información resulta curiosa y encantadora, pero ¿cómo lo aplicamos al baile?

Primero, creo que podemos distanciarnos de los patrones si pensamos en los pasos de inicio como puntos de partida para la improvisación. No necesitamos pensar siempre en intentar encajar en los 8 tiempos. Intenta comenzar un movimiento y prueba a sacar de tu mente la idea de que necesita acabar en algún punto concreto. Trata de mantenerlo durante un número aleatorio de síncopas de 2 tiempos como step-steps, hitches, chugs, skates, twists, lo que prefieras.

Otra forma en la que puedes aplicar esto es pensando que tu baile nunca termina. Siempre estás ejecutando secuencias de movimientos de 2 tiempos. En otras palabras, si tu movimiento de 6 tiempos termina con algo de rotación, continua esa rotación en el siguiente movimiento. Trata de difuminar la línea visual entre tu triple del 7/8 y tu 1/2. Esto puede resultar difícil para profesores que invierten horas desmenuzando las cosas para sus alumnos, ya que el sistema de “moldes” termina afectando a su propio baile.

Finalmente, puedes adoptar la mentalidad de que no existen errores en tu baile. No hay movimientos que no se han terminado, sino solo 2 tiempos, y puedes seguir desde ahí a lo próximo. Cuando bailamos patrones el pensamiento de que estamos rompiendo un patrón afecta a nuestra concentración y la sensación de que el movimiento es “correcto”. Trata de pensar en un flujo constante, libre de errores. Realmente, esto puede eliminar el estrés del baile.

Para terminar, me gustaría añadir que todos estos bailes tuvieron que ser inventados por alguien. Nacen de la música y nuestros cuerpos reaccionan a la música en consecuencia, y esto es más correcto que cualquier noción que postulemos con nuestras mentes matemáticas o científicas. El sentimiento sobre los límites, el instinto sobre la imitación.

Traducido y adaptado por EstiloSwing con el permiso del autor Daniel Newsome.

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