Los frikis son gente que se consagra a sus pasiones ¡Te contamos por qué el Lindy Hop puede ser tu próxima pasión friki!
A muchos bailarines nos gusta juzgar. Nos apresuramos a repartir tarjetas de "gilipollas" a cualquiera que no nos caiga bien (o a quien no le caigamos bien nosotros).
¿Por qué? Porque asumimos que la otra persona tiene algo contra nosotros. Y como no puede haber ninguna buena razón para ello, tiene que ser un gilipollas.
La cuestión es que los demás tienen problemas. Sus problemas no tienen que ver contigo. Ni siquiera sabes cuáles son sus problemas; ¿cómo puedes juzgar sus acciones? ¿Quieres que la gente juzgue tus acciones sin conocerte? ¿Que te den la espalda? ¿Que hablen de ti a tus espaldas?
Cuando juzgas, observas cómo actúa una persona y asumes que sabes por qué, a pesar de que no conoces completamente su mundo. O, si conoces sus problemas superficialmente, crees que debería responder de una determinada manera. Si no, es un gilipollas, ¿no?
No hace falta que te diga que esta forma de ver a los demás es egoísta y narcisista. Espero que este post te ayude a trabajar tu empatía con más frecuencia.
Aquí está mi lista de 5 razones más que dignas por las que necesitas darles un respiro a tus compañeros bailarines, empezando ahora mismo:
El otro día estaba navegando por Facebook y vi que un amigo bailarín estaba en el hospital. "Ah, sí, se me había olvidado que tenía la enfermedad XYZ".
Otra amiga, padece artritis reumatoide. Ella es muy abierta al respecto. Y, sin embargo, no pienso en ello cuando hablo con ella o la veo bailar.
La mayoría de la gente no grita al mundo sus problemas de salud. Y no serás capaz de adivinar lo que pasa dentro de sus cuerpos. Cuando les saques a bailar, nunca te dirán: "No, gracias. Estoy crónicamente estreñido y lo estoy sintiendo en este preciso momento".
¿Quieres que la gente te explique sus problemas de salud con todo lujo de detalles cuando les pides bailar? Desde luego que no.
No seas tan duro con la gente. Los problemas de salud de los demás (y cómo deciden afrontarlos) no tienen nada que ver contigo.
Fui masajista durante 6 años. En mi formulario de admisión, hay unas líneas en las que se indica qué medicamentos se toman y para qué. Nunca me sorprendió cuando los clientes tenían problemas de salud física que aparecían en esta sección.
Sin embargo, me sorprendió mucho saber que tanta gente toma medicación para la depresión y la ansiedad (entre otras). Y por "tanta gente" me refiero a gente joven, sana y activa. Gente que conozco y que me cae bien.
Estas personas son nuestros amigos, o podrían serlo. Al igual que ocurre con la salud física, normalmente no se puede saber desde fuera si alguien sufre un problema de salud mental. Como cualquier otro problema, no es asunto tuyo. Nadie está obligado a explicarte sus problemas. E incluso si deciden hacerlo, no te corresponde a ti juzgarlo.
Con demasiada frecuencia, vemos a alguien que parece distante o cerrado y asumimos que es un gilipollas. Como si hubieran elegido ser así para ser malos con nosotros. Noticia de última hora: la salud mental de los demás no tiene nada que ver contigo. Mucha gente lucha con sus pensamientos, emociones y química cerebral, medicada o no.
A menos que seas su amigo íntimo, es imposible que sepas por lo que están pasando. No seas tan duro con ellos.
Todo el mundo sabe lo que es estar sobrecargado de trabajo. Puede que trabajes 12 horas al día. Tal vez estás haciendo malabares con 4 proyectos diferentes. Tal vez tu carga lectiva te está agobiando este semestre.
¿Sabes cuántas personas tienen exceso de trabajo en este momento? Mucha.
El exceso de trabajo puede hacer que una persona esté cansada, preocupada o ansiosa. Y, sin embargo, otros prosperan con largas horas de trabajo. Cada persona es capaz de manejar cosas diferentes. No seas tan duro con la gente.
Los bailarines se lesionan por muchas razones diferentes. Afrontamos las lesiones de formas muy distintas.
Algunos ignoran por completo la lesión y bailan toda la noche. Pero un bailarín puede elegir bailar sólo canciones lentas. O sólo con determinadas personas. O bailar sólo un número limitado de veces por noche. O sólo determinados tipos de movimientos. O podrían quedarse en casa.
Recuperarse de una lesión es complicado. Un día estás mejor y al día siguiente vuelves a sufrir. Es increíblemente frustrante y descorazonador.
Una lesión grave puede tener un efecto muy deprimente en el estado de ánimo de un bailarín. Por supuesto, si nunca has tenido una lesión que afecte a tu afición, quizá no sepas la angustia mental que puede causar.
La forma en que un bailarín siente y afronta una lesión no tiene nada que ver contigo. Es posible que ignores por completo por lo que están pasando. Ellos no están obligados a explicarte sus lesiones. No seas tan duro con ellos.
Ésta es una de las muchas razones por las que un bailarín puede estar de mal humor. ¿Y adivina qué? Si alguien está de mal humor, no es culpa tuya. Tú no eres la razón por la que esa persona parece estar irritable, melancólica, distraída, aburrida o enfadada.
No están irritados porque seas un bailarín nuevo y "no lo suficientemente bueno". Puede que aún no sepan cómo divertirse bailando contigo, pero eso no es culpa tuya en absoluto.
Lo más probable es que esa cara de asco no tenga nada que ver. No seas tan duro con la gente.
Todos tenemos defectos. No vamos por ahí compartiendo nuestros problemas con todo el mundo. Y la gente afronta sus problemas de formas muy diferentes. Si los demás no actúan como tú quieres, déjalo estar.
La próxima vez que te sientas juzgado, asume que la otra persona está lidiando con un problema que desconoces.
No seas tan duro con ellos. Y, lo que es más importante, no seas tan duro contigo mismo.
¿De qué otras formas podemos ser más empáticos con nuestros compañeros bailarines? ¡Deja un comentario!
Traducido y adaptado por EstiloSwing. Artículo original de Rebbeca Brightly (Su blog ya no está disponible, por desgracia).
Entre mis enfermedades y mis estados de ánimo y personas que no empatizan se me quitaron las ganas de bailar
Me siento mal por no tener ánimo Pongo mi música preferida y para adelante
Bailo sola y disfruto
Lo lamento mucho. Las actividades sociales mejoran el estado de ánimo, y el baile, adaptándolo a nuestras condiciones, mejora la calidad de vida. Al igual que los bailarines clásicos, pienso que si no te comportas bien con los demás, tampoco eres buen bailarín, con independencia de tu técnicaLa técnica es el conjunto de conocimientos y habilidades que hacen que la ejecución del baile sea eficiente, correcta y segura.. Un bailarín social debe ser empático, o al menos respetuoso.