En general, cuanto más progrese un bailarín, más grande se volverá su ego. Normalmente, la velocidad de crecimiento del ego superará el crecimiento real de su nivel de baile.
A medida que el ego crezca, será más fácil dejar de progresar.
¿Quién está en riesgo?
Todos los bailarines corren el riesgo de desarrollar el Síndrome del Ego del Bailarín, pero el riesgo es más elevado si perteneces a una de las siguientes categorías:
- Has estado bailando más de 1 año.
- Ya no tomas clases regulares de baile.
- Eres popular entre otros bailarines.
- Otros bailarines te dicen con frecuencia "¡Qué guay!" o "¡Te mueves bien!".
- Tienes mucha ambición con tu baile.
- Se considera que aprendes rápido o que tienes "talento natural".
- Aprendes a través de YouTube u otros medios similares.
- Eres considerado físicamente atractivo/a por los demás bailarines de tu comunidad.
Por supuesto, caer en una categoría no implica que un bailarín desarrolle el Síndrome del Ego del Bailarín, pero no hay que bajar la guardia.
¿Cuáles son los síntomas del Síndrome del Ego del Bailarín?
- Comenzar a enseñar antes de estar listo o de estar capacitado por un profesional.
- Enseñar sin mantener un desarrollo a nivel profesional.
- Tomar clases avanzadas antes de estar preparado para ellas y enfocarse en figuras antes que en la técnica.
- Ser demasiado crítico/a con otros bailarines pero incapaz de aceptar críticas constructivas de su propio baile.
- Culpar a otros por un "mal baile" y/o no saber divertirse con un bailarín de nivel inferior.
- Sentirse superior en las clases.
- No aprovechar las oportunidades para mejorar su baile.
¿Cómo se puede prevenir el Síndrome del Ego del Bailarín?
Aprovechando cada oportunidad para aprender
Nunca pienses que eres "demasiado avanzado" para tomar una clase básica, o que eres tan hábil que no aprenderás nada en un taller sobre técnica o seguridad en la pista de baile. Este es el motivo por el que muchos se estancan.
Recientemente, mi pareja de baile y yo impartimos un taller de "seguridad en la pista de baile" gratuito para nuestra comunidad. Toda la comunidad estaba en las redes sociales comentando y publicando sobre la gran iniciativa que fue, y tuvimos una gran participación.
Pero... faltaban las personas que más lo necesitaban. Los que pensaban que su baile era "seguro", aunque en realidad incurrían en los malos hábitos que estábamos tratando de corregir.
Manteniendo el ego bajo control y aprovechando las oportunidades de aprendizaje, solo puedes crecer.
Centrándote en tu propio aprendizaje en clase, en lugar de en otros bailarines
He visto bailarines que están mucho más preocupados por todos los demás que por ellos mismos.
Cuando criticas a los demás, ralentizas tu propio aprendizaje. Si tus parejas son de nivel más bajo, piensa en cómo puedes compensar el movimiento. Si son demasiado rápidas, esfuérzate por seguirlos.
De esta manera podrás crecer, y al centrarte en tu aprendizaje, podrás ver las carencias de tu propio baile y mantener bajo control cualquier complejo de superioridad latente.
Recibiendo evaluaciones honestas y preguntando tu nivel real de baile a los profesionales
Los bailarines sociales son geniales, pero a menos que sean bailarines cualificados como maestros, que puedan comprender cómo bailas, probablemente no sean los mejores para darte una opinión.
Incluso si todos los bailarines sociales te dicen que tu baile es increíble, es probable que todavía existan carencias. Escucha los comentarios de los profesionales cualificados para evaluar tu progreso.
Es muy tentador escuchar de todos "eres increíble" e ignorar los "aún te falta esto", pero hacerlo sabotea tu progreso y fomenta un ego poco realista.
Reconociendo las áreas que necesitas mejorar (particularmente la conexión)
No es fácil aceptar la crítica y claudicar con los aspectos del baile en los que necesitas trabajar, pero es una forma segura de mantener tu ego bajo control. Si alguien te da su opinión (especialmente un profesional), deberías prestar atención e intentar mejorar.
Me enorgullezco de mi capacidad para mostrar emociones y actuar, pero también he recibido comentarios de vez en cuando en relación con una interpretación poco clara.
Sería muy fácil ignorar esto y pensar "ah, bueno, no lo han entendido", pero en el fondo, si no lo han entendido, es que no hice mi trabajo tan bien como debiera.
Ser capaz de aceptar estas críticas es fundamental para sofocar el ego y mejorar como bailarín.
Recordando que no eres mejor ni peor que cualquier otro bailarín
Es tentador considerar inferior a un bailarín con menos experiencia, pero trata de ver más allá del ego y reconoce que cada persona de la sala tiene habilidades diferentes que tú. Puede que te encuentres entre médicos, abogados, violinistas, contables o genios de la reparación de automóviles.
No sería muy agradable si, en su campo de experiencia, ellos te trataran como un idiota o un ser inferior.
Ellos tienen otras habilidades y atributos de los que puedes aprender. Aunque seas un bailarín superior, aspira a ser como ellos. Si ves que les cuesta, pero realmente lo están intentando, admira su voluntad de aprender algo que para algunos es increíblemente difícil.
Si están haciendo esto por diversión, piensa que quizás tengan una vida lo suficientemente rica como para que bailar sea solo un pasatiempo, un momento de relajación. Y admira que todavía encuentren tiempo para salir y compartir esta pasión contigo.
Un bailarín no solo es valioso por su habilidad para bailar. Todos somos polifacéticos. Soy estudiante de derecho, técnico de teatro, instructora de baile y una patinadora artística absolutamente horrible. Estoy muy contenta de que nadie juzgue mi valor por mis habilidades de patinaje, y espero que en el baile podamos dejar de lado nuestro ego para valorar a los otros bailarines como personas.
En conclusión
Si mantenemos nuestras mentes despiertas, podremos prevenir y revertir el Síndrome del Ego del Bailarín. Corre la voz y recuerda:
Sigue bailando, se feliz y baila con humildad.
Traducido por Estiloswing con permiso de la autora, Laura Riva. Artículo original.